Biografia

Nací un 6 de febrero en Mendoza, Argentina.
A los 18 años decidí dedicarme a la actividad que más placer me ha dado desde siempre: trabajar con mis manos mientras el tiempo se estira o se encoge fuera de mi control. 
Así fue como entré a la universidad y en el 2001 recibí los títulos de Profesora y Licenciada en Artes Visuales en la Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza, Argentina).
En el año 2002 me trasladé a vivir a Italia, instalándome finalmente en Barcelona, España. 

Escojo los temas de una manera autorreferencial: parto de una idea que me persigue o de una experiencia propia para conectarla a un concepto más general. Paseo por caminos mil veces explorados: los sentimientos, los miedos, las pérdidas y nostalgias...
A veces me detengo, cuento una historia y simplemente observo qué pasa. En otras ocasiones doy una opinión directa, buscando un objetivo más cercano a la sensibilización. En todos los casos intento encontrar una visión reflexiva y honesta.

En escultura trabajo principalmente con cerámica, metal y vidrio; frecuentemente combinados entre sí. Elijo la cerámica porque es suave, expresiva y versátil; el metal porque es preciso y resistente, y el vidrio porque es mágico, la luz lo transforma y le añade otra dimensión.
Tanto en dibujo como en pintura, mezclo técnicas y materiales: la lentitud y precisión del lápiz y el acrílico con la rapidez de la tinta, la acuarela, los pasteles o el carboncillo.
En vidrieras utilizo la técnica del emplomado tradicional y de Tiffany.
Muchas veces las obras están en los límites de las disciplinas: esculturas con dibujos, objetos con pinturas, etc.
Reivindico el valor del oficio, el respeto a los materiales y la lentitud como forma de existir. 

Actualmente vivo en Barcelona, en donde compagino la enseñanza en mi taller de arte con mi actividad personal. 

En mi obra busco la unión entre lo espiritual, lo formal y lo simbólico a través del trabajo manual de taller. Ser una especie de ventana por la que asomarse a ver el espectáculo de la vida. Pero, sinceramente y por sobre todas las cosas, seguir disfrutando de esa sensación de tranquilidad en donde lo que pase afuera no tiene, por lo menos por un momento, mayor importancia.